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El Art déco.

La geometría siempre ha sido el análisis de la composición de las artes visuales. Instintivamente al estudiar lo que el ojo puede ver se tiene la tendencia de descomponer una imagen en sus partes geométricas constitutivas -cuadradas, triangulares o circulares- a fin de encontrarles un sentido. Hasta finales del siglo XIX y los primeros albores del XX, este método fue la base de la teoría de las artes. Tanto Vitruvio como Palladio y Leonardo da Vinci fundaron su teoría artística sobre la geometría. Ésta fue la que fundó la estructura intelectual de su obra; vestidas de color y de sus temas, fueron obras de menos apariencia pero no por ello menos importantes. El célebre dibujo del Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci es quizá la imagen más conocida del análisis geométrico en el campo del arte. Aunque la geometría haya sido siempre el eje de la composición artística, solo recientemente dentro de la historia del arte las formas geométricas se han convertido por sí mismas en el lenguaje de la composición.


Las artes decorativas se han situado siempre en la estela de las bellas artes , pero en 1880 una serie de influencias, sobre todo las del arte japonés y el orientalismo en general, favorecieron los importantes cambios que se iban a producir. De ahí los antecesores del Art déco, como el Modernismo europeo y el Cubismo.


El desgaste económico provocado por la Primera Guerra Mundial, añadido a sus propias extravagancias, provocó el declive de Poiret. Pero sin duda fue él quien dio el tono al Art déco francés, que fue un estilo decorativo que ocupó un papel preponderante hasta finales de 1920.

El Art déco nació indudablemente de la moda, pero, a diferencia del modernismo, no buscaba ni llamar la atención ni reformar nada. El choque provocado por los cuadros cubistas colgados en las paredes de los interiores modernos se atenuó con los de estilo más clásico que les rodeaban, facilitándoles así el acceso a los salones de coleccionistas privados. Este tipo de compromiso, característico del Art déco francés, fue una especie de modernismo totalmente aceptado por la burguesía. En Francia el estilo tuvo dos elementos esenciales a los que remite el título de la célebre Exposición de Artes Decorativas de 1925: por una parte, el aspecto decorativo de las artes aplicadas modernas que iban dirigidas principalmente a los ricos y se concentraban sobre el retorno a las técnicas de lujo y al empleo de materiales exóticos; por otra, el éxito de los procesos de industrialización empleando materiales nuevos, como el acero tubular, y atentos, al mismo tiempo, a la calidad estética.


En términos generales, la mentalidad de los fabricantes con respecto a la nueva industria sufrió una transformación radical. Hasta el siglo XX los objetos se hacían con el ánimo de que duraran para siempre; mas con los métodos de fabricaciones menos costosas y más fáciles de realizar, la moda evolucionó y nuestro siglo se convirtió en el de los "cambios".

Bajo la influencia del Art déco francés, la inconstancia de la moda se extendió a todas las artes decorativas; el apetito por lo nuevo fue mucho mayor que el de los siglos precedentes cuando las cosas se hacía para que pasaran de generación en generación. Los decoradores de interiores pusieron, sin duda, su interés en crear una nueva moda, aunque cada decenio del siglo XX ha tenido su propio modernismo. La inspiración moderna supuso con frecuencia el retorno a las tradiciones más antiguas, y a lo largo de todo este siglo hemos visto florecer miles de alusiones al pasado bajo una u otra forma. El descubrimiento de la tumba de Tutankamón en los años 1920 lanzó la moda egipcia; el cubismo estuvo marcado por el arte africano primitivo y la influencia de Roma y Grecia no ha declinado nunca. Es mucho más fácil crear un lenguaje artístico moderno y aceptable cuando los cánones admitidos se integran en los estilos del pasado. El gran público no puede asimilar la novedad más que en dosis limitadas y la mayoría de los creadores de artes decorativas, tenían que tenerlo en cuenta para ganarse la vida. Esto no impide que el modernismo haya marcado el progreso artístico de la primera mitad del siglo y que la estilización geométrica haya sido la fórmula aceptada para transformar lo tradicional en moderno.




Biografía: Art déco y Funcionalismo. Tomo XLVI-II: Las artes decorativas en Europa. Suma Artis.